Cuando escoges una maleta Mandarina Duck, estas pagando por una maleta de buena calidad a un precio muy accesible, y esto es lo que ha causado que esta marca tenga una reputación aceptable en el mercado español.
Un plus de la marca es, sin lugar a dudas, las dimensiones que tienen sus modelos. La razón es muy sencilla: la mayoría de sus maletas son aceptadas en prácticamente cualquier línea aérea, por lo que a largo plazo representa toda una buena inversión.
Ahora, hay varios modelos diferentes de maletas en el mercado, ¿por qué deberías comprar una maleta Mandarina Duck?
Para empezar, las maletas de Mandarina Duck son un poco más accesibles, especialmente para aquellos que tienen un presupuesto limitado y pueden encontrarse de forma sencilla. Su diseño es simple y esto permite que puedas enfocarte en empacar exactamente lo que necesitas.
Del mismo modo, son maletas que están hechas de buenos materiales en general. Cuando son rígidas, en ellas predomina el plástico ABS, el cual es resistente a golpes y tiene en su carcasa el nombre braveado de la marca, permitiéndote su fácil identificación.
Ahora que ya sabes esto, ¿qué debes tener en mente a la hora de comprar tu maleta Mandarina Duck?
Primero, debes considerar tanto el tamaño de la maleta como la capacidad total. Las maletas de Mandarina Duck tienen capacidades muy variadas, por lo que dependiendo del modelo que escojas puede tener mayor o menor capacidad. En general, los modelos más pequeños tienen cerca de 30 litros de capacidad y los más grandes llegan hasta los 100 litros.
Otra de las cosas que debes revisar bien son las dimensiones de tu maleta, pues normalmente las personas tienden a creer que estas son maletas para llevarse en la cabina. Si bien existen algunos modelos que permiten esto, te recomiendo que consultes con tu línea aérea y el vendedor de tu maleta las dimensiones correctas para evitar el pago de un sobrecargo.
Por último, debes asegúrate de revisar bien el material de la maleta. Como te comenté anteriormente, las maletas de Mandarina Duck están hechas de plástico ABS y policarbonato, una serie de polímeros que las hace resistentes a cualquier tipo de golpe e impacto. Cuando son blandas, el poliéster y la lona suelen predominar en ella.